LA HISTORIA DE UNA MUJER MAYOR QUE VA A LIMPIAR UNA CASA NUEVA, RECONOCE A LOS DUEÑOS Y SE ENCUENTRA CON UNA GRAN SORPRESA

CORAZÓN DOLIDO

María terminó trabajando como limpiadora en tres casas. Eran los trabajos que finalmente consiguió y no la echaron. Elena, la mamá de María, lloraba cuando no la veían sus hijas. Se sentía culpable porque estaba enferma y por su culpa María estaba haciendo limpiezas, como ella hacía antes. La imaginaba arrodillada, trapeando los pisos, subida a escaleras altas para limpiar bibliotecas o cargando leña… Todo eso le dolía más que sus propios huesos. Elena veía un problema más grande aún, ¿qué pasaría si ella se moría? Solo podía rezar. Rezaba junto a sus hijas todo el tiempo para que Dios las ayudara.

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